El oso de anteojos

  

El Banco Central de Reserva del Perú (BCR) puso en circulación la primera moneda de la nueva Serie Numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”, la cual es alusiva al oso de anteojos, un animal en peligro de extinción.

De acuerdo al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el oso andino (Tremarctos ornatus), más conocido como oso de anteojos, es una de las ocho especies de oso que existen en el mundo.

El oso de anteojos habita en diversos ecosistemas ubicados entre los 500 m.s.n.m., pero baja temporalmente cuando le falta el alimento y se deja ver a 4.500 m.s.n.m. Solo vive en la región andino - amazónica de América del Sur y el Perú es el país que posee la mayor población de esta especie.

Sus principales características

Al alcanzar la madurez, el oso de anteojos puede pesar entre 90 y 180 kilos. Mide hasta 2.2 m de alto parado en dos patas y los machos son 50% más grandes que las hembras.
Es un animal solitario, de hábitos diurnos y nocturnos, principalmente terrestre, pero con algunas costumbres arborícolas como la recolección de frutos y bayas en la parte alta de los árboles. A diferencia de sus parientes próximos, como los osos polares, pardos y negros, el oso de anteojos no hiberna, es decir, no pasa el invierno durmiendo.

¿Por qué está en peligro de extinción?

El oso de anteojos es una especie en peligro de extinción debido a la agricultura migratoria y la tala con fines madereros; asimismo, por la cacería indiscriminada a la cual es sometido por ser considerado una amenaza para el ganado y para los campos de maíz.

Además, es utilizado como mascota de circo, donde es sometido a numerosos maltratos.
En nuestro país, existen áreas naturales protegidas que tienen al oso de anteojos como objeto de conservación y velan por su protección. Entre ellas se encuentran el Santuario Histórico de Machu Picchu, la Reserva Privada de Chaparrí, el Parque Nacional Ichigkat Muja-Cordillera del Cóndor, Bosque de Protección Alto Mayo, entre otras.


Algunos investigadores consideran que actualmente no existen más de 18.000 osos de anteojos en estado silvestre en toda la cordillera de los Andes. Según el Sernanp, esta mide más de 7.000 km de longitud, por lo que su densidad poblacional es baja.

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